Moderna, pero aún tradicional, eje del 
Circuito de Traslasierra y poseedora de un imponente paisaje, 
Villa Dolores es el lugar donde la estadía parece un sueño convertido en realidad. Con atractivos naturales y culturales, es la localidad más poblada y visitada del valle, a la vez que centro comercial y de servicios de todo el circuito.
Bordeada por el río 
Los Sauces, que la abraza con sus aguas diáfanas, 
Villa Dolores cuenta entre sus recursos con numerosos balnearios, entre los que se encuentra el incomparable 
Piedra Pintada, cuyo lecho cristalino, adornado por una profusa vegetación, maravilla la mirada de los visitantes tornando imperiosa la necesidad de refrescarse o dorarse al sol, según los gustos de cada quien.
Jornadas placenteras en campings como 
Los Cedros y 
Los Álamos; caminatas o cabalgatas por el 
Sendero de Boca del Río; práctica de kayak, canotaje, windsurf, natación y pesca en lagos próximos al casco urbano; avistaje de flora y fauna; aparecen en la cartelera turística asegurando diversión plena.
La riqueza geográfica y natural de Villa Dolores se completa con espacios culturales e históricos: plazas tradicionales, parroquias, edificios antiguos; siendo el 
Museo de la Ciudad y el 
Museo Arqueológico Ernesto Arrieta,  los mayores recintos del patrimonio cultural de la región.
A sus numerosos atractivos, 
Villa Dolores suma convocantes eventos a lo largo del año, entre los que destacan la 
Fiesta Nacional de la Papa, los coloridos 
Carnavales y el desafiante 
Rally.
Historia de Villa Dolores
El nombre de 
Villa Dolores encuentra su origen en la 
Capilla de Nuestra Señora de los Dolores erigida en el territorio donde la localidad sería fundada, el 21 de abril de 1853, por decreto del entonces gobernador, Alejo Carmen Guzmán.
Su desarrollo estuvo condicionado por la llegada del ferrocarril en 1905, así como por la apertura en 1916 del 
Camino de las Altas Cumbres que vincularía definitivamente a 
Villa Dolores con Córdoba Capital.