Apodada la
Ciudad Blanca, por la coloración de su suelo arcilloso, la ciudad de
Diamante se haya recostada sobre la margen izquierda del
río Paraná, en el este de la provincia de
Entre Ríos. La distinguen de otras ciudades hermosas el puerto de ultramar, un festival folclórico de fama nacional, un motoencuentro que traspasa los límites nacionales, un Parque Nacional y otros tantos atractivos naturales.
Su puerto, el único de ultramar de la provincia, es el orgullo de la ciudad de
Diamante; y su costa acariciada por el Paraná, es un lugar destacado para la
pesca. Pero no todo queda allí. También el
turismo rural se ofrece al visitante, brindándole la posibilidad de conocer más íntimamente la vida de campo.
Con el mismo ímpetu progresista,
Diamante, que aparece situada en medio de un territorio donde caprichosas lomadas dominan el paisaje, se vale de sus características convirtiendo al terreno en edén de los aficionados al trekking, las cabalgatas arriesgadas y las travesías
mountain bike y 4x4. Con un encanto difícil de describir, el río completa esta propuesta de tinte aventurero mostrándose apto para la práctica de
deportes náuticos.
Dos eventos de importancia completan la cartelera turística de la ciudad: el
Festival Nacional de Jineteada y Folclore que se realiza cada enero sobre el escenario mayor de Entre Ríos conocido como Campo Martín Fierro; y el
Motoencuentro Ciudad de Diamante, que congrega anualmente en el mes de septiembre miles de motociclistas de distintos puntos del Mercosur.
Hacia las afueras, específicamente a 6 kilómtros, el
Parque Nacional Pre- Delta se encarga de consumar el atractivo natural dejando a la vista de quien lo desee sus tres ambientes definidos: el albardón, la laguna y el bañado; y con ellos su riqueza vegetal y faunística.
Así es
Diamante, una zona eminentemente turística, preparada para la realización de las más variadas actividades, durante todo el año, y provista de los servicios hoteleros y gastronómicos indicados.
Historia de Diamante
Llamada
Diamante, quizás por estar ubicada en una de las regiones más pintorescas de la provincia de
Entre Ríos, fue antes que nada, y desde el
siglo XVIII, punto de referencia geográfica de todo navegante, expedicionario o guerrero.
Conocida en aquel entonces como
Punta Gorda, fueron sus privilegios de puerto natural, excelente capacidad pesquera y montes que proveían de leña y permitían la caza, los que atrajeron una corriente colonizadora que originaría los primeros asentamientos en la zona.
Más tarde, durante la gobernación de
Pascual Echagüe, en
1832, se trasladarían a Punta Gorda familias de guaraníes de la zona de Mandisoví sumándose a los ya lugareños e impulsando un intento de fundación de pueblo. No obstante, sería recién el
27 de febrero de 1836, aprobada la correspondiente ley y promulgada luego por el nombrado primer mandatario, que tal acto se concretaría denominándose al nuevo poblado
“El Diamante” y situándoselo bajo la protección de San Francisco Xavier.
En cuanto a su jerarquía administrativa, Diamante adquiriría el rango de
Municipio de 1ra. Categoría el 13 de mayo de 1872.